viernes, 3 de julio de 2015

Viaje

Dicen que a veces una persona no viaja para ir a un lugar en específico, sino para huir del lugar del que se parte.

Mañana yo me voy muy lejos de aquí y se que en el fondo es porque quiero huir ya:
Huir de los recuerdos.
Huir del aire que él también respira.
Huir de los lugares que se cruzan con nuestras miradas constantemente y de los lugares que presenciaron nuestra historia.
Huir de los conocidos, amigos, vecinos, etc.

Simplemente irme.

Ya no puede significar tanto en mi vida.


Cumplir con nuestro pacto de olvido...

Alguna vez él también huyó para olvidar, hoy sigo sus pasos como si fuera un consejo de vida: vete y olvida.
Sanaré, iré con el alma de un niño, tan dispuesta a descubrir y aprender.
Así es como las cosas terminan a veces.

Se compra un ticket y aunque se regrese uno ya no es el mismo; tal vez los sentimientos viajan en un vuelo sólo de ida.