Me da coraje esta injusticia, seguir los rastros de tus pasos en el camino de la vida, intentando saber un poco de ti, pues te extraño demasiado y quisiera saber cómo estás. Te busco en la ciudad, en cada lugar, cada rincón, te busco cada noche en mis sueños pues se que ahí te apiadas de mi y me dejas verte un momento.
Pero tú eres del tipo de "no miro para atrás", bien por ti, que sepas seguir adelante sin sentir esa necesidad de saber algo de mi, que sepas superar tan bien las cosas (menos en los momentos críticos, ahí si que sabes desempolvar todo, eso lo tuve que vivir). No te puedo culpar, después de todo lo que pasó, de lo que dije o hice es comprensible que busques el olvido, la tranquilidad.
Esta situación en la vida es tan injusta, que una de las dos personas esté más conectada que la otra, estoy harta de esta injusticia, te maldigo fuerza del amor o de los recuerdos, te maldigo inmadurez emocional, te maldigo karma, te maldigo entrelazamiento cuántico o lo que sea que me ata a tu esencia, a tu recuerdo.
Antes por lo menos me dejabas un minúsculo espacio virtual en el que podía saber las cosas que sientes, ahora ese lugar está descuidado o no quieres que sepa más de ti. Esos momentos en que abrías tu alma para que algún día lo leyera ya no están más o ya no son para mi. Todas esas cosas ya no volverán.
Esto es desgastante y en días como estos llenos de lluvia se siente fuerte el peso de tu ausencia. Por eso declaro la guerra, yo no sabré nada de ti y tú no sabrás nada de mi, me iré en un viaje cósmico a mis adentros, lo guardaré todo ahí (con amor, siempre con mucho amor). No se realmente si tú me leías o no en aquellos momentos en que a propósito exponía mis más profundos sentimientos y pensamientos (esa duda siempre estuvo latente, "escribir sin que nadie te lea"), pero eso ya no estará más para ti.
Le declaro la guerra a esta maldita incertidumbre,
usando mi arma más letal
El silencio.