martes, 14 de abril de 2015

Tan beautiful

Entro en el lapsus de escritura placentera después de pasar todo el día en la computadora escribiendo un documento. Lo que estos días he estado pensando se deben al poder que tiene en mí cumplir un año más, he pasado recapitulando momento tras momento de mi vida, como si de ver un film se tratase.


Dentro de la distracción y cansancio emocional que provoca una lectura tediosa me pongo a navegar en las redes sociales, encuentro muchas cosas interesantes y llenas de conocimiento.


¡Oh, pero mira esto!

Mi ser se desdobla por un instante y me veo buscando, con una sonrisa enorme y con un interés que se tiene hacia las cosas nuevas, las mismas cosas que me gustaban cuando era una niña pre puberta: la literatura, la poesía y las cuestiones del universo y sus misterios.
Es realmente emocionante darme cuenta cuánto tiempo ha pasado desde entonces, por lo bajo unos 10 años. Por supuesto este descubrimiento me llena de melancolía y me hace pensar en qué fue lo que pasó para que aquellos gustos infantiles se materialicen ahora en esta edad adulta.


[Tal vez tiene que ver con tu esencia, siempre ha estado ahí]

Confusa también veo que mi yo actual está buscando tratados y pensamientos filosóficos mientras pone toda la discografía de Cerati, no debería sentirme así si no fuera porque eso es lo que solía hacer en mi adolescencia a los 16 años, aunque ese entonces pasaba descubriendo música nueva pegada a la radio y no al Spotify.

Vuelvo a mi cuerpo y mi conciencia, me detengo un momento para analizar todos estos hallazgos y cambios. Sonrisa.

No se en qué momento todas las cosas que me han llenado el alma, el cerebro y el corazón se han unido, este proceso de cambio gradual está siendo maravilloso aunque para conseguirlo tuve que sacrificar a la persona que más amo en esta vida. El entendimiento de mi propio ser llega en una edad crucial, donde ya debo comenzar a valerme por mi misma y tal vez es tarde pero más vale tarde que nunca.

Muchas, muchas gracias
Las últimas palabras que le dije hasta el momento.

                                                            [Supongo que es mejor la gratitud que un adiós que no se desea.]

Siempre le deberé las gracias a aquel hombre que me cambió la vida (porque cambiar la manera de pensar y de sentir las cosas es algo trascendental) y aunque este sacrificio duele es precisamente este dolor el que me hace mover, este dolor cargado de conocimiento y sabiduría. Aún no estoy lista para renunciar a todos los sentimientos hacia él que estremecen todo mi ser completamente.

Acaricio tu recuerdo cada vez que cierro los ojos y agradezco (¿a la vida, al universo, al destino?) haberte conocido y tener la oportunidad de pasar el tiempo que pasé contigo...y Cerati es oportuno, pues como dice la canción:
Todo llega justo a tiempo.

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