El mañana

Como suele suceder de vez en nunca me encuentro entre la espada y la pared.

La incertidumbre de si lo que este muchacho dice es por algún tipo de sentimientos o porque simplemente piensa que soy genial y le caigo bien.

Que muda.

Sólo he salido unas pocas veces y siento como si una fuerza intentara atarme de su lado, pero yo la repelo como un imán.

Dudas.

¿Es esto cierto o sólo estoy exagerando?

Tal vez exagere, después de todo ya van 4 meses y más que no recibo sentimientos de afecto de otra persona y no me interesa recibirlo tampoco, he perdido práctica en esto de crear nuevos vínculos o de dejarme llevar por sentimientos, luego de ya casi 2 años desde que le entregué mi corazón a aquel que no debe ya ser nombrado y a la final terminé con ilusiones, planes futuros y un corazón totalmente destrozados.

Entonces viene la revelación.

Miedo

Miedo

Miedo

Eso es lo que sucede.

Mi corazón ha sido cerrado por reparación, quise enfocarme en qué demonios hacer con mi vida a futuro, este camino quiero recorrerlo sola...y de repente aparece un jugador extra en la partida.

Me asusta transformar mis sentimientos que aún conservo intactos, transformarlos y darlos a otra persona, no quiero. 

Me asusta volver a ser herida, terminar llena de cicatrices, las lágrimas y el sentimiento de vacío, de perder una parte de mi que nunca más volveré a recuperar.

Tengo mucho miedo.

No quiero abrir mi corazón y mi alma a nadie, no estoy preparada para eso por el momento.

Date chance

Eso es lo que me dicen que debería hacer.

...Eso es lo que él haría si pasara por la misma circunstancia.

Me duele saber que él si podría intentarlo, con heridas y todo, pero yo no puedo hacerlo.

En eso los dos siempre discrepamos.

Yo necesito reconciliarme conmigo, estar en paz, dar lo mejor de mi a otra persona, no darle lo mismo que le ofrecí a la persona anterior, darle algo nuevo, darle algo único, una mejor versión de mi.

Tal vez saber que él no necesita de eso para estar con otra persona ligado sentimentalmente (así sea poco) es lo que me causa más dolor. De lo que comprendí de él es que necesita atarse a la otra persona aunque tenga miedo, sentir esa seguridad para después ver si vale la pena cambiar, dejar todo de lado y amar.

Tengo miedo y por eso no puedo permitirme querer a alguien más.

Él tiene miedo pero quiere querer a alguien más, buscar esa oportunidad...

Qué efímero que es realmente el amor.

Somos realmente distintos los dos...

El corazón duele mucho, este corazón que se siente ya viejo y cansado.

Para mí sería más fácil recibir la señal divina, aquella que diga "Ahora estoy con alguien más y soy feliz".

Creo que eso solucionaría muchas cosas, me mataría de una sola vez las esperanzas que se curten con el tiempo, yo también necesito seguridad pues me encuentro en un limbo y no se qué hacer, necesito por lo menos un "Ya no habrá ninguna oportunidad para los dos" "Ya no te quiero" "Ya te superé", porque aunque duelan momentáneamente es peor el dolor de aquellos puntos suspensivos, aquel "si el destino nos hace encontrar de nuevo, no cerrarnos a la oportunidad". 

Todo a la final se resume en la experiencia:

él ya tuvo esa herida, ya supo lo que es amar con toda el alma, entregarse por completo y terminar solo y herido. 

En mi caso es la primera vez que me sucede algo así (él es mi primero en muchas cosas importantes para el alma), eso de amar con todo el corazón y con toda sinceridad...y terminar sola y herida. 

Una vez que y sabes lo que se siente, las cosas son más fáciles o ya no duelen tanto, o ya tienes el conocimiento de cómo dejarlo pasar.

Como sea, esto no es sencillo para mi, esto lo tomo muy en serio, con los sentimientos no se juega y no puedo permitirme jugar de nuevo con mis propios sentimientos como lo hice hace algún tiempo, porque amor mío, si algún día lees esto, quiero que sepas que con los únicos sentimientos con los que realmente jugué (y jugué muy sucio) fueron con los míos. Me mentí a mi misma y te herí en el proceso.

Y este miedo sigue aquí, latente, tal vez me estoy perdiendo oportunidades de ser amada y tal vez volver a amar, pero prefiero la tranquilidad y la paz de mi ser, volverme a encontrar, a mirarme y amarme a mi primero.

Lo demás vendrá después.