Curioseando entre los cajones de la memoria, tan amplios y repletos, encontré varias cosas empolvadas en un rincón oscuro: los momentos en que te conocí.
Fue justamente en este mes, pero en el año 2010; un encuentro fortuito y fugaz que archivé y volví a descubrir algunas veces. Es algo muy extraño cuando ves las cosas en retrospectiva casi como si viajaras en el tiempo, reconstruyendo cada pedacito de momento, cada detalle; te conocí y no tuvo la relevancia y la importancia de dimensiones galácticas que tiene ahora. Se necesitaron tres años para establecer conexión.
Revisando en archivos antiguos encontré las primeras conversaciones: tus interminables desvelos estudiando, tus días ayudando a hacer deberes a otros, tus ganas de molestarme y hacerme imposible la vida cuando sabías que había dormido poco y esa noche tampoco podría dormir, la primera vez que me permitiste ver las cosas que escribías y que ahora están abandonadas, las primeras veces que comenzaste a escuchar B.B. King, las primeras veces que quisiste con todas tus fuerzas salvarme de mi misma...
Mi corazón da un vuelco pensando en tantas cosas que olvidé, porque se que olvidaré mucho más en este andar solitario.
Son ya cinco años, así inició y así está acabando.
La entropía siempre cumple con su cometido.
No me queda más opción que seguir archivando recuerdos, algunos se romperán, otros se llenarán de polvo y se desteñirán, otros se perderán y no los volveré a recuperar.
Pero así son los sentimientos, pasajeros en un tren que recorre toda nuestra vida, suben y bajan en las paradas, unos tienen nombres de lugares, otros de ciencias, de oficios, de flores, otros en cambio tienen nombres de personas...tal como los huracanes.
A pesar que tantas veces he dicho que ya no pensaré más en estas cosas lo sigo haciendo y es que cuando se está angustiada sólo se siente esa necesidad de botarlo y destruirlo todo, pero hay que dejarlo fluir, los sentimientos se toman su tiempo para transformarse, es algo gradual. Este proceso de contracción de sentimientos, de conexiones de dos seres y dos almas hace rato que inició y al igual que el universo algún día acabará convirtiéndose en un punto diminuto, casi imperceptible hasta disolverse en una nada hermosa.
Son ya cinco años, así inició y así está acabando.
Y entonces esta historia terminará de la misma manera en que comenzó: en nada.
¿Y si no fue este mes y fue después?
¿Ves cómo pasa el tiempo, cómo cambia hasta los recuerdos?
No hay comentarios:
Publicar un comentario